El riesgo de una traducción sin experiencia

Te cuento dos casos reales.
Ambos ocurrieron en contextos legales y empresariales.
Ambos estuvieron a punto de generar pérdidas importantes.
Y en ambos, la traducción fue el punto de quiebre.
1️⃣ Palma de Mallorca – Juicio laboral
Una traductora confundió gross profit con ventas totales.
El cálculo de comisiones quedó alterado y el cliente casi pierde el juicio.
Por suerte, me pidieron que revise el documento a tiempo y se corrigió antes de presentarlo.
💡 Una palabra mal traducida puede cambiar el resultado de una causa.
2️⃣ Sector agroindustrial – Contrato internacional
Un contrato técnico ya había pasado por cuatro traductores.
Seguía sin entenderse.
Era para discutir cláusulas con abogados en EE.UU.
Cuando lo entregué, el director legal me dijo: “Ahora sí que me entendieron”.
💡 No era solo idioma. Era contexto, intención y precisión jurídica.
⚠️ Estos no son errores de estilo.
Son errores que pueden costarte dinero, tiempo… o la confianza de tu cliente.
Cuando se trata de documentos sensibles, no alcanza con que “más o menos se entienda”.
No se trata de traducir palabras.
Se trata de proteger decisiones.
De cuidar relaciones.
De evitar consecuencias.
Con más de 40 años de experiencia en traducción jurídica, financiera y técnica, sé lo que está en juego.
Y sé cómo evitar que una mala traducción se convierta en un problema mayor.
📩 Si tenés un documento que no te termina de cerrar, escribime.
A veces, una segunda mirada puede evitar un gran error.